Una leyenda de los Indios Waraos de Venezuela relaciona al Tabaco con el origen del mundo: Cuando el “pájaro del alba” se elevo en el cielo por primera vez, pensó en una casa situada entre la tierra y el cielo, blanca y redonda como una nube de humo. El pensamiento basto para que la imagen se hiciera realidad. A continuación, el “pájaro del alba” crea las cuatro bahanas que constituyen los cuatro elementos del humo que dan carácter al tabaco. Los cuatro elementos del humo son la “abeja negra”, que pica fuerte cuando el fumador aspira la primera bocanada, la “abeja roja”, la “abeja amarilla” y la “mosca de miel azul”, cuyos espíritus traspasan los cuerpos y les infunden sus fuerzas.
Se referían al sol como el “pájaro alba” y la bahana es el nombre con que se conoce el tabaco en esa región.
El tabaco es originario de América, creciendo sobre todo entre Perú y ecuador. Sin embargo, cuando los colonizadores llegaron a América su consumo ya se había extendido por todo el continente. Se dice que desde hace aproximádamente 2000 años nativos americanos usaban el tabaco como medicina, alucinógeno en las ceremonias religiosas y como ofrenda a los espíritus que adoraban. Cuando Cristóbal Colon llego al continente americano en 1492, observo que los indígenas del Caribe fumaban hojas de tabaco enrolladas o valiéndose de una caña o tubo llamado Tobago, de donde deriva el nombre común de la planta. Colon y su tripulación introdujeron el cultivo y el consumo de tabaco a España, atribuyéndole falsas propiedades terapéuticas. A mediados del s. XVI, el diplomático Jean Nicot introdujo el tabaco en Francia. En 1585 lo llevo a Inglaterra el navegante Sir Francis Drake. El nuevo producto fue difundido rápidamente por Europa, Rusia. Con los años, paso de ser una sustancia consumida en ambiente de bajo estatus social a ser considerada como una sustancia propia de los nobles con gustos exquisitos en las cortes Europeas.
En el s. XVII el tabaco llego a China, Japón y la costa occidental de África. Para ese entonces España monopolizaba el comercio del tabaco, aunque las revueltas organizadas por Cuba por el control del tabaco obligaron a que cediera la explotación a la Compañía de la Habana, donde la producción era mayor.
En ese entonces no constituyo un problema para la salud pública. Posteriormente, con la industrialización y debido la invención de la máquina de elaborar cigarrillos, el consumo masivo de tabaco comenzó a ocasionar numerosas muertes en la sociedad.
En Venezuela particularmente, los indígenas, antes de la llegada de los españoles, el uso del tabaco no era solo para aspirar el humo o como medicina para rituales mágicos o religiosos, sino también se comía, se masticaba, se untaba en el cuerpo y se usaban gotas en los ojos. Se usaba en los campos antes de sembrar, se derramaba sobre las mujeres antes de una relación sexual y , tanto hombres como mujeres, lo usaban de narcótico.
Luego, en la época de la colonia el tabaco se seguía cultivando pero se prohibía el cultivo en zonas costeras debido a la exportación ilegal de tabaco hacia países diferentes a España. Solo podía ser cultivado en zonas lejanas a la costa y previamente predeterminadas por las autoridades españolas, según lo establecido por el “Estanco del Tabaco”; además solo podía ser vendido a España a través de la Compañía Guipuzcoana de Caracas, empresa naviera que tenía el monopolio del comercio venezolano.
Esto trajo una serie de abusos como consecuencia, debido a que la Compañía Guipuzcoana compraba según su calidad, la cual era determinada por sus funcionarios, produciendo los primeros levantamientos en contra de las autoridades. Empleados del “Estanco” recorrían el país revisando y destruyendo cualquier cultivo legal. Luego de que se lograra la independencia de Venezuela con respecto a España, la política del estanco como fuente de ingresos fiscales continuo, sin embargo, a los pocos años el estanco fue abolido.
Hoy en día es un cultivo que manifiesta gran demanda, sin embargo, el área geográfica bajo cultivo se mantiene mas o menos constante en Guárico, Portuguesa, Cojedes, Carabobo, Aragua y Sucre.
Imagen: Indígenas fumando tabaco
Redactado por:
Daniella V. Motta. J.
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